Cátedra de tecnología educativa FFYL UBA

viernes, 3 de mayo de 2013

Ocho años en el mundo de YouTube: del video en el zoológico al chanchito superhéroe

or Melina Masnatta

YouTube logró construir una identidad que habla de archivos digitales y memoria, prácticas sociales y experiencias artísticas. Es uno de los sitios web más visitados hoy en día y constituye un potencial de comunicación único a nivel mundial. También alienta a que todos produzcamos contenidos, usando tan solo un celular o una computadora.

El primer video

Durante los últimos ocho años, YouTube logró construir una identidad que habla de archivos digitales y memoria, prácticas sociales y experiencias artísticas, registros instantáneos y noticias, tutoriales inéditos y entrevistas a especialistas, temas musicales y películas completas.

Como toda historia, esta también tiene sus inicios: corría el año 2005 y tres amigos querían compartir un video; al encontrarse con grandes dificultades, decidieron crear su propia plataforma. En las pruebas y testeos, publicó el primer video, Me at the Zoo («Yo en el zoológico»), uno de sus creadores y empezó a «rodar» uno de los casos de éxito de la red. A los pocos meses, el gigante Google lo compró por una cifra billonaria.

Todo está a nuestro alcance en la plataforma de videos, que se enriquece diariamente con los contenidos que cargan sus usuarios. A tal punto, que representa el 10 % del flujo de información que circula por internet y está en el tercer puesto de sitios web más visitados compitiendo con Facebook y con el mismo Google.

Casi sin darnos cuenta comenzamos a manejar recursos propios del mundo audiovisual, de las artes o de los medios de comunicación. Cualquiera de nosotros puede subir, editar y compartir en YouTube videos sobre diferentes temas, así como encontrar una respuesta a búsquedas cotidianas. 

Y esto nos habla de la posibilidad de ser productores de contenidos y de encontrarnos con un potencial de comunicación único que no precisa de grandes estudios de televisión, sino tan solo de un celular o computadora... El formato de lo audiovisual se traduce en una composición particular: el videorrelato. En escasos 2 minutos, 46 segundos (que es el promedio de duración de un video en YouTube), se trasmiten miles de párrafos, contenidos, mensajes, metamensajes, emociones y sensaciones. 

La plataforma se convirtió en un referente, al punto tal que cada dos años se celebra la bienal de videos creativos YouTube Play, en cuya última edición se postularon 23.000 producciones de videocreadores de todo el mundo. En sus bases, se menciona la importancia de este evento para redefinir la cultura de medios en general, y la democratización de la producción, distribución y consumo de videos en particular, algo que el mismo YouTube enfatiza promover.

No hay límites en estas posibilidades. Otra de las referencias es el video colectivo «Life in a day» (La vida en un día), producido por Ridley Scott, en el que participaron personas de todo el mundo para contar cómo era un día en sus vidas, promoviendo nuevas identidades colectivas.
Emergen, también, nuevos protagonistas y contenidos. Un ejemplo es la iniciativa AfriGadget, en donde los habitantes de aldeas africanas comparten videos con soluciones rápidas y con pocos recursos (o casi ninguno) para problemas cotidianos. «Si no se puede demostrar, no es práctico», es el lema de estas producciones que se valen de la plataforma. 

¿YouTube en las escuelas?

A nivel local, una clara asociación sobre el impacto de YouTube se puede inferir con los datos de investigaciones sobre los consumos culturales digitales, de programas de alcance nacional como Conectar Igualdad. Entre los que aparece liderando los editores de video como uno de los recursos más utilizados por docentes y estudiantes. La creación de contenidos audiovisuales está a la orden del día.
Actualmente, en el mundo educativo hay grandes revuelos por el caso Khan Academy y la educación «dada vuelta», que problematiza sobre las formas de enseñanza basándose en videos explicativos de contenidos escolares en línea. 

El detrás de escena

En cualquier película o cortometraje existen guiones, pocos son los registros espontáneos y experimentales. Muchas veces las producciones «caseras» que se suben a YouTube parecen libradas de ideología e intencionalidades.

No es el caso de un grupo de producción de TV de un canal norteamericano. Con el objetivo de ayudar a una pequeña granja que recibía visitas de niños, el conductor Nathan Fielder produjo un video en el que un tierno chanchito rescataba a una cabra pequeña de ahogarse en un estanque. El video se viralizó inmediatamente y llegó a los millones de visitas en unos pocos días. Conmovidos por la historia, los principales canales de noticias de todo el mundo lo repitieron una y otra vez, sin preguntarse profundamente por su origen.

Con el correr de los días, Nathan dio a conocer que en realidad se trataba de un montaje realizado por un equipo de 20 productores (que incluían miembros de protectoras de animales y buzos profesionales) y quedó revelada la particular calidad de investigación periodística de los medios masivos de comunicación. Fielder fue elocuente en una entrevista:«Cuando veo las noticias, asumo que se ha hecho cierta investigación». 
Sin duda, estos ocho años de YouTube han dejado un sello en la internet de nuestros días: registrando la humanidad y haciendo visibles mundialmente las historias más íntimas. Hay mucho para seguir pensando y cuestionando en las definiciones de estos breves y potentes videorrelatos.

martes, 23 de abril de 2013

Cuerpo versus tecnologías, ¿espejos aumentados?


Por Melina Masnatta

El uso de las tecnologías en relación con el cuerpo es un tema que genera debate: ¿obstaculiza o facilita el movimiento de nuestros cuerpos? Existen nuevos dispositivos tecnológicos que permiten incorporar el cuerpo como lenguaje en el espacio escolar. Cómo podrían convertirse las clases en experiencias inmersivas y vivenciales.

La relación entre el cuerpo y el uso de las tecnologías es uno de los temas que preocupan y generan debate. Recientemente en una sala de profesores una docente afirmó: «los chicos cada vez se mueven menos, están siempre frente a una pantalla». Enseguida se inició un intercambio acompañado de anécdotas e imágenes cotidianas. Lo que nos acercó a la necesidad de reflexionar sobre el nivel de generalización de esta frase.

En principio, no podemos dejar de pensar en los contextos y en cómo estos nos configuran con ciertas formas de habitarlos. Entonces: ¿cuál es el vínculo del cuerpo en el espacio escolar?

Mucho hay investigado y teorizado al respecto, uno de los referentes locales es Pablo Scharagrodsky, cuyos trabajos indagan en las formas de entender la cultura corporal propia del mundo de la escuela.

La arquitectura del espacio escolar no es neutral y se asocia a determinadas formas de ser y estar, aprender y enseñar que se cristalizan en posturas y movimientos corporales de los actores que coexisten en ese territorio particular.

Por otro lado, las tecnologías, desde los celulares inteligentes hasta las ultrabooks (o netbooks livianas), cada vez más facilitan la movilidad. Nos trasladamos a cualquier lugar y llevamos con nosotros escritorios virtuales, correos electrónicos, bibliotecas, archivos y hasta la discografía completa de nuestra banda preferida.

Esto va de la mano de una búsqueda por incorporar el movimiento como lenguaje, como forma de comunicarnos con los dispositivos tecnológicos que superan a los teclados. En otras palabras, por interpelar el cuerpo como interfaz.

Los últimos lanzamientos tecnológicos comienzan a marcar una tendencia en este horizonte. Uno de los desarrollos precursores es la Kinect, que en sus orígenes se presentó como un controlador para videojuegos para reemplazar al clásico joystick.



¿Y cuál es el cambio sustancial? Lo novedoso es que el usuario controla e interactúa con este tipo de tecnologías a través de gestos, movimientos y voces, que le son naturales y propias, en lugar de adaptarse a las formas ajenas, de los dispositivos tecnológicos.

Al experimentar sobre las potencialidades de la Kinect, un grupo de estudiantes, académicos, programadores y docentes creó una comunidad para promover el uso de estos recursos en las aulas.

Este colectivo denominado KinectEDucation se encuentra generando constantemente aplicaciones y software libre (open source) que va desde cómo expandir las clases de arte a través de guitarras y pianos virtuales, hasta aprender lenguaje de señas, conocer complejas nociones de astronomía manipulando objetos 3D o indagar la anatomía humana con imágenes proyectadas que responden al movimiento.

Las clases de ciencia se convierten en experiencias inmersivas y vivenciales. Y lo más interesante es que cada vez los costos son menores y las posibilidades de acceso mayores.

Leap motion es el más reciente ejemplo: la llamada «pequeña caja mágica» se conecta de manera sencilla por USB con la computadora y permite manejarla con movimientos en el aire de los dedos o manos, prescindiendo de cualquier teclado o mouse.

Los movimientos corporales nos definen, son parte de nuestra identidad, son uno de los lenguajes expresivos y están en el origen de las palabras y la existencia cultural.

Si nuestros espejos ahora son las pantallas, podemos imaginar nuevas formas de enseñar y aprender con las tecnologías, que expandan las posibilidades y superen los versus, que habiliten la exploración y la creación, para encontrar nuevos sentidos y usos en contextos educativos.

jueves, 18 de abril de 2013

Reseña del libro "Enriquecer la enseñanza" - M. Maggio



Por Miriam Latorre

Este es el libro en el que Mariana Maggio comparte sus ideas, fruto del desarrollo de experiencias y trabajos de investigación como tecnóloga educativa. El título ofrece una gran orientación sobre el propósito que guía a la autora a lo largo de los ocho capítulos que componen el libro. Considerar los ambientes de alta disposición tecnológica como oportunidad es uno de los grandes desafíos que plantea la actualidad. 



Existen dos mitos de larga data que este libro intenta desentrañar con fundamentos acertados. Uno es la presunción de que la institución se identificará con un halo de innovación al contar con tecnología de última generación. El otro es la creencia en que la incorporación de tecnología en las aulas llevará inevitablemente a una autoeducación. Ambas suposiciones son deconstruídas. Maggio plantea, por un lado, la esencialidad de implementar la tecnología con sentido pedagógico, desarrollando estrategias adecuadas para que el nuevo entorno sea productivo. Por otro lado la autora presenta, como una de las ideas más contundentes de su escrito,  la necesidad de que el docente siga sosteniendo un rol fundamental en la educación, que se vea potenciado por la posibilidad de animarse a crear, con lo que ello implica para las prácticas de la enseñanza. Y encontramos aquí una de las coordenadas más consistentes del libro ya que nos permite despojarnos de temores y prejuicios propios de la tarea docente, animándonos a ponernos en acción.

Una de las categorías más sugerentes propuesta por la autora es la de inclusión genuina, que da cuenta del uso más provechoso que puede hacerse de la tecnología en clase, ya que implica un reconocimiento por parte del docente del valor de la misma en los campos de conocimiento disciplinar. El capítulo 1 “La tecnología educativa en perspectiva” muestra cómo la inclusión genuina de la tecnología en el campo educativo es de orden epistemológico, dando cuenta del modo en que las nuevas tecnologías atraviesan las formas en que el conocimiento se construye en la actualidad. Además reconoce su sentido cultural y pedagógico. Este capítulo, a su vez hecha luz sobre diferentes escenarios para el análisis: el incipiente, el enriquecido, el de la paradoja y el dramático.
El capítulo 2 es uno de los más relevantes para la comprensión del enfoque. En  “Enseñanza poderosa” Maggio ofrece un marco didáctico para llevar adelante propuestas de inclusión genuina. Comenzando con un recorrido por las huellas tanto cognitivas como emocionales que un docente memorable causa en los sujetos de la educación, este capítulo define el carácter que la enseñanza poderosa posee al ser una propuesta original que marca y transforma a los sujetos, que da cuenta del estado del arte y se propone como acto, ya no de planificación en su acepción clásica, sino de creación en la clase donde se piensa la enseñanza en relación con la realidad y el presente.
El capítulo 3 “Tecnología educativa con sentido didáctico” plasma la importancia de la tecnología en la generación de producciones propias y analiza cómo la construcción del conocimiento se ve potenciada por las tecnologías. El capítulo 4 “Los nuevos entornos y sus posibilidades” analiza las Wikis como fuente, Facebook como fenómeno de la cultura del intercambio reflexivo y los juegos como oportunidad. Pero nos importa especialmente por un aporte: ayudar a construir criterios sostenidos en conocimientos que permitan profundizar en el análisis, destacando la importancia de crear propuestas que emulen los modos de construcción del conocimiento.
Los capítulos 5 y 6, “Ambientes de alta disposición tecnológica” y “Alumnos conectados”, remarcan lo imprescindible de contar con conectividad de calidad para aprovechar lo que los nuevos escenarios ofrecen como potencia y reclaman a la formación docente una suerte de actualización necesaria para poder construir situaciones que favorezcan procesos reflexivos complejos.
El capítulo 7 “Dar clase con tecnología” transparenta las decisiones que el docente debe considerar para que una práctica pueda resultar una enseñanza poderosa. Por último el capítulo 8, “La evaluación de las prácticas”, propone una mirada reflexiva hacia las prácticas ocurridas para que podamos proyectar la nueva clase en clave retrospectiva.
Mariana Maggio posee la capacidad de ver el mundo con ojos de pedagoga, descubriendo en diferentes tendencias oportunidades para que la enseñanza sea poderosa. En sus recorridos reconoce a docentes y alumnos como sujetos culturales y sostiene la necesidad de que ambos se mantengan tan cerca como sea posible de los modos de producción de conocimiento. Lejos de permitir que sus ideas se vuelvan simples teorizaciones, con la mirada que le da su dedicación propone sugerencias y claves para que la enseñanza poderosa tenga lugar. “Enriquecer la enseñanza” se publica en un presente que reclama un marco teórico didáctico para las prácticas educativas, lo cual vuelve fundamental su accesible y amena lectura.

Sobre balances y proyecciones de la EAD

Experiencias en Argentina

Por Melina Masnatta

Ultimamente mucho se ha hablado de los cursos masivos en línea MOOC y cómo estos están modificando la forma de acceder a propuestas de formación en cualquier momento y lugar, dictadas por reconocidas universidades.

Con lo novedoso que es el fenómeno ya se han detectado Sin algunas grietas con el desgranamiento de la matricula y la evaluación de sus aprendizajes. Quizás ello se deba, en parte, a la falta de interpelación directa a la amplia trayectoria de la modalidad de educación a distancia (EaD).
Mucho tienen que decir las universidades locales al respecto, y es por ello que se dieron cita durante los días 14 y 15 de marzo en el centro del país numerosas instituciones de formación de diversas provincias. Es un buen tiempo para balances y proyecciones de la modalidad.

Las III Jornadas sobre experiencias e investigación en educación a distancia y tecnología educativa fueron organizadas por la Universidad Nacional de Córdoba, en particular por el Programa de Educación a Distancia (PROED).

Para su apertura, la Dra. Hebe Roig realizó una retrospectiva de la EaD en la Argentina que recuperó deudas y legados, asuntos pendientes, avances y logros. Finalmente concluyó: “La modalidad ya alcanzó la mayoría de edad y tenemos que animarnos a evaluarla e interpelarla como tal”.

Con este espíritu crítico se iniciaron las mesas de trabajo en las cuales se presentaron más de 200 ponencias. En la dinámica de intercambio sorprendieron las coincidencias de búsquedas y reflexiones en común de las experiencias e investigaciones de diversas instituciones.

En su mayoría las experiencias de éxito se signaban por cumplir un rol auxiliar a la propuesta presencial, dar respuesta a aquello que no se alcanzan con las interacciones o los tiempos sincrónicos.
Hasta llegar a concluir que en lo virtual todo se enriquece y expande, incluso muchos docentes mencionaron que lograban conocer más a sus estudiantes y acompañarlos en el proceso de aprendizaje, en las aulas virtuales que en las presenciales.

Simuladores, aplicaciones, softwares específicos y las redes sociales reinventan los modos de enseñar disciplinas especificas y acercar a los futuros profesionales a prácticas y problemáticas cercanas a sus ámbitos de desempeño. Ideas que se sistematizaron en la conferencia de cierre del primer día de la mano de la Dra. Carina Lion quien presentó las tendencias y desarrollos tecnológicos en el campo.

El segundo día se inició con la conferencia de Gisela Schwartzman quién dio a conocer inquietudes acerca de lo propio en el diseño de materiales didácticos para la modalidad, así como también algunas reflexiones en relación a las tendencias de emulación de lo virtual para con lo presencial en el campo de la enseñanza.

En las mesas de trabajo se profundizaron estas ideas: ¿Qué es lo verdaderamente propio de la EaD? ¿cómo se articula con una propuesta de formación presencial? ¿cómo los recientes desarrollos tecnológicos y la masificación al acceso de diversos dispositivos está cambiando su identidad?

No se encontraron respuestas únicas, ya que parte del valor de las experiencias presentadas fue justamente la de poder adaptarse a una necesidad particular, a una población determinada, a una propuesta educativa especifica.

Y en ese devenir comenzaron a escucharse en las mesas nuevas voces, que dan cuenta de la influencia de las nuevas formas de pensar a la EaD: la de los estudiantes.

Así fue como la cátedra de Educación a Distancia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, contó para la presentación con la presencia de docentes y estudiantes, para narrar en primera persona cómo el “Taller de las ideas” se construyó en equipo, marcando otras formas de trabajo y enseñanza.

En el cierre de las intensas jornadas la Dra. Mónica Gallino recordó: “No tenemos que olvidar que en la educación todo es incertidumbre, y es por eso que no podemos tener miedo a crear y experimentar”.  De este modo se habilitó el juego para seguir expandiendo los horizontes de la modalidad y diseñando propuestas comprometidas con el acceso y la calidad.

Por aquellas coincidencias, y no tanto, en el pabellón principal de la UNC en simultaneo al cierre de las Jornadas se inauguraba la muestra de arte, ciencia y tecnología CuatroCiencia.

En un breve recorrido se encuentran cuadricópteros, imágenes holográficas, juegos con realidad aumentada, instalaciones y actividades interactivas.

Lo que deja resonando las reflexiones e inquietudes sobre los cambios tecnológicos y cómo estos pueden ampliar las posibilidades de enseñanza y aprendizaje en la modalidad. Sin duda algo de que estará en las agendas de los próximos encuentros #EaDUNC.

 
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